La Granja La Vaca Lechera

Entrar en La Granja es retroceder a los años, en los que un joven arquitecto de 22 años, Lluis Domènech i Montaner será elegido años más tarde para construir el magnífico Palau de la Música Catalana. Por aquel tiempo, funcionaba como tienda y vivienda a la vez y al no haber cafeteras, el café y la Xocolata casolana, se hacían en casa. En la actualidad y después de la reforma de 1.990, que convierte todo en tienda, Xavi Tella actual propietario, remata la obra con elementos de la época, de tal manera que el local bien podría tener el aspecto original, incluídas las mesas de mármol. Cuando les comenté a Eli y Marina, la posibilidad de fotografiarlo, no sólo no pusieron reparos, sino que nos enseñaron reseñas de revistas en las que calificaban el café de La Granja, como el mejor de Barcelona. Es un sitio de merienda obligada: pastisseria, entrepans, tes cafés y sobre todo, un Suizo. ¡qué digo, un Suizo!...el Suizo!. No me extraña que el local tenga un agradable olor a chocolate, porque un Suizo, es sencilla y llanamente, un vaso de negro y espeso chocolate, rematado por una corona de nata montada. Música agradable y ambiente tranquilo, ponen el resto. A pesar del agobio por el trabajo, gracias por atendernos con tanta amabilidad.

Log in La Granja is back the years, in which a 22-year young architect Lluis Domenech i Montaner be elected years later to build the magnificent Palau de la Música Catalana. At that time, worked as a shop and dwelling at a time and not having coffee, coffee and Casolana Xocolata, made at home. Today and after the reform of 1990, which makes everything store, Xavi current owner Tella, work tops with vintage elements, so that the place could well have the original appearance, marble tables included. When I mentioned to Eli and Marina, the opportunity to photograph, not only demurred, but they taught us in magazine reviews coffee qualifying on The Farm, as the best of Barcelona. It's a must snack: pastisseria, entrepans, teas coffees and above all, a Swiss. What I say, a Swiss! ... The Swiss!. No wonder that the place has a pleasant smell of chocolate, because a Swiss, is quite simply, a glass of thick black chocolate, topped by a crown of whipped cream. Music pleasant and quiet environment, get the rest. Despite being overwhelmed by work, thank you for serving us so kindly.