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The old Graus is always a milestone for...
La antigua Graus es siempre un hito en...
La antigua Graus es siempre un hito en el camino para los amantes del esquí. Las imponentes torres de la Basílica de la Virgen de la Peña –emblema de la villa- parecen custodiar con celo la entrada a las grandes montañas. Desde allí en adelante el Pirineo aragonés y sus espectaculares pistas son la ya cercana y anhelada meta. Sin embargo, vale la pena hacer un alto en el camino y visitar esta villa preciosa.
La capital de la Alta Ribagorza, enclavada en la confluencia de los ríos Ésera e Isábena, conserva tesoros escondidos y un antiguo sosiego que se pasea orondo por sus calles y plazuelas. Su entrañable Plaza Mayor porticada, con un Ayuntamiento de singular arquitectura mudéjar del siglo XV, y un pintoresco ‘Barrichós’, o barrio de abajo, que fuera núcleo originario de la villa, con callejuelas estrechas y tortuosas, y un bello puente llamado de tres ojos de medio punto del siglo XII, llenan a la villa de rincones preciosos. En la parte más alta del pueblo se emplaza la iglesia de la Virgen de la Peña, un impresionante templo del siglo XVI con un magnífico claustro. La trepada a pie, empinada, vale la pena. Desde allí arriba el paisaje es impresionante.
Graus es la puerta al poco conocido [poi=115321]Valle del Isábena[/poi], un rincón absolutamente mágico salpicado de entrañables pueblos olvidados en el tiempo.
The old Graus is always a milestone for ski lovers. The impressive tower of the Basilica of the Virgen de la Peña-emblem of the village, seem zealously guarding the entrance to the great mountains. From then on the Aragonese Pyrenees and spectacular tracks are the approaching and desired goal. However, it's worth a stop along the way and visit this beautiful villa. The capital of Upper Ribagorza, located at the confluence of the rivers Ésera and Isábena preserves hidden treasures and a former rotund calm that walks through its streets and squares. Endearing arcaded Plaza Mayor, a City Council singular XV century Moorish architecture and a picturesque 'Barrichós', or neighborhood below, which was the original nucleus of the town, with narrow winding streets, and a beautiful bridge called three semicircular eyes XII century, filled the corners precious villa. In the highest part of the village is located the church of Our Lady of the Rock, a stunning sixteenth century temple with a magnificent cloister. The climb on foot, steep worth. From up there the scenery is breathtaking. Graus is the door to the little known Isabéna Valley, a corner dotted with endearing absolutely magical time forgotten villages.


